Muy buen artículo. Y nada, absolutamente nada, que objetar. Tu lista de comportamientos escandalosos es acertada, aunque corta, pero sería un juego estúpido por mi parte decir "y este, y el otro, y aquel también".... porque lo sabes perfectamente. Y aunque yo creo que la justicia forma parte del problema, porque está mediatizada y juega decididamente en el campo de lo político, la respuesta correcta a sus errores o parcialidades no es el juicio de valor previo.
Haces bien en sacar a Gramsci a colación. Pero creo que, aún mejores alumnos que los woke, lo han sido los teóricos de la extrema derecha, que finalmente han situado la conversación donde ellos querían. Un vaivén de péndulo perfecto y una jugada de manual. Quita queer y pon okupa, quita teoría crítica de la raza y pon gran sustitución...
En esta nueva postverdad donde las emociones son lo único que cuentan, la democracia es la que pierde. Lo que no sé es cuál es el lado bueno que comentas, porque todos juegan a lo mismo. Me parece que al sistema liberal le espera un siglo complicado, por no decir letal.
Y sobre lo de Montero, en fin... sobran los comentarios. Ni siquiera creo que fuese espontáneo, sino una aplicación de la "guía del mitinero progresista".
Un gusto leerte aunque no siempre estemos de acuerdo.
Hola Ignacio. Estoy de acuerdo con lo que dices sobre la derecha. Han entendido que la hegemonía cultural, volviendo a Gramsci, va por delante. No es suficiente el conseguir un buen desempeño económico del país, sino que hay que convencer en el campo de las ideas. Como comentan Pluckrose y Linsday, hay una derecho woke a la que hay que tener mucho cuidado.
Con el lado correcto me refiero a aquellos que defendemos la democracia liberal y el Estado de Derecho. Podremos pensar más o menos igual, estar más o menos de acuerdo, pero creo que todavía somos muchos los que confiamos en los beneficios del contrato social para la correcta convivencia y el avance económico y social del país. Gracias como siempre por comentar.
Muchas gracias por escribirlo. El movimiento woke no es solo una pataleta de cuatro extremistas, como a menudo intentan hacernos creer, sino el fermento del propio sistema en el que vivimos.
Y que creo que es un error confiar en su desaparición... Gracias por pasarte y por compartirlo, es todo un honor viniendo de alguien a quien admiro. Un saludo.
Hola @menez.
Muy buen artículo. Y nada, absolutamente nada, que objetar. Tu lista de comportamientos escandalosos es acertada, aunque corta, pero sería un juego estúpido por mi parte decir "y este, y el otro, y aquel también".... porque lo sabes perfectamente. Y aunque yo creo que la justicia forma parte del problema, porque está mediatizada y juega decididamente en el campo de lo político, la respuesta correcta a sus errores o parcialidades no es el juicio de valor previo.
Haces bien en sacar a Gramsci a colación. Pero creo que, aún mejores alumnos que los woke, lo han sido los teóricos de la extrema derecha, que finalmente han situado la conversación donde ellos querían. Un vaivén de péndulo perfecto y una jugada de manual. Quita queer y pon okupa, quita teoría crítica de la raza y pon gran sustitución...
En esta nueva postverdad donde las emociones son lo único que cuentan, la democracia es la que pierde. Lo que no sé es cuál es el lado bueno que comentas, porque todos juegan a lo mismo. Me parece que al sistema liberal le espera un siglo complicado, por no decir letal.
Y sobre lo de Montero, en fin... sobran los comentarios. Ni siquiera creo que fuese espontáneo, sino una aplicación de la "guía del mitinero progresista".
Un gusto leerte aunque no siempre estemos de acuerdo.
Hola Ignacio. Estoy de acuerdo con lo que dices sobre la derecha. Han entendido que la hegemonía cultural, volviendo a Gramsci, va por delante. No es suficiente el conseguir un buen desempeño económico del país, sino que hay que convencer en el campo de las ideas. Como comentan Pluckrose y Linsday, hay una derecho woke a la que hay que tener mucho cuidado.
Con el lado correcto me refiero a aquellos que defendemos la democracia liberal y el Estado de Derecho. Podremos pensar más o menos igual, estar más o menos de acuerdo, pero creo que todavía somos muchos los que confiamos en los beneficios del contrato social para la correcta convivencia y el avance económico y social del país. Gracias como siempre por comentar.
Pues estamos en el mismo barco.
Son todos unos impresentables, da igual el signo. 😂😂😂
Muchas gracias por escribirlo. El movimiento woke no es solo una pataleta de cuatro extremistas, como a menudo intentan hacernos creer, sino el fermento del propio sistema en el que vivimos.
Y que creo que es un error confiar en su desaparición... Gracias por pasarte y por compartirlo, es todo un honor viniendo de alguien a quien admiro. Un saludo.