¿Inflación en las notas de acceso a la universidad?
Sobre la subida de las notas de corte en la Selectividad.
Todo aquel que esté cerca del mundo educativo ha podido observar como las notas de corte para acceder a la universidad ha ido en aumento, de un 8,75 de media sobre 14 en 2015/2016 a un 10,34 de media en 2021/2022. Este aumento se observa en todas las comunidades autónomas, por lo que debe haber alguna causa que explique este incremento. Varias hipótesis rondan el debate público: una subida artificial de las notas de Bachillerato, las diferentes reformas educativas, mayor competitividad ...
Para analizar este tema, vamos a realizar una aproximación del reciente estudio publicado por ESADE titulado La subida de las notas de Selectividad: ¿Inflación o competición?.
Selectividad, PAU, EBAU...
La prueba para acceder a la universidad ha recibido a lo largo de los años diferentes nombres en función de la Reforma Educativa de turno. Se conoce como Prueba de Acceso a la Universidad a partir del 2006, con la Ley Orgánica de Educación (LOE). En 2010, pasó a llamarse PAEG (Prueba de Acceso a Estudios de Grado), pero continuó conociéndose como PAU en la mayoría de las comunidades autónomas. Desde el 2017 con la nueva reforma se la conocerá como Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), utilizado en Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Extremadura, Baleares, La Rioja y Murcia. En cambio, se la llamará Evaluación de Acceso a la Universidad (EvAU) en Aragón, Castilla-La Mancha, Navarra y Madrid. Otras comunidades utilizan otros nombres: en Andalucía, PEvAU (Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso y la Admisión a la Universidad); en Galicia, ABAU (Avaliación de Bacherelato para o Acceso á Universidade); en País Vasco, EAU (Evaluación para el Acceso a la Universidad); en Cataluña y Comunidad Valenciana, continúa denominándose PAU. En definitiva, una variedad de nombres sobre la misma cosa, que comúnmente sigue conociéndose por el nombre de Selectividad, su nombre originario.
Notas de corte
Con solo recorrer los diferentes folletos facilitados por las universidades en ferias como AULA, el lector podrá apreciar las elevadas notas de corte que tienen la mayoría de las carreras. Esta nota final de admisión a la universidad para las personas que acceden mediante EBAU se compone de 3 partes: la nota media del expediente de bachillerato, el resultado en la fase general del examen, actualmente conocida como fase obligatoria (estas dos componen a su vez la que se denomina “nota de acceso”), y el resultado en la llamada fase específica o voluntaria. La nota final de admisión, es decir, aquélla con la que el alumno accede al grado universitario, ha subido, según datos oficiales, de un 8,75 en 2015/2016 a un 10,34 sobre 14 en 2021/2022.
Bajo estas premisas, cabe plantearse si el aumento es consecuencia de un incremento en una de las partes específicas que la componen y el porqué de dicho aumento. El estudio desglosa esta información los siguientes gráficos:
Según el Gráfico 1, la subida de las notas de acceso (recuerde el lector que este término hace referencia a la nota de bachiller más la fase general) han subido levemente entre el año 2015 y el 2021. En el Gráfico 2 tenemos la comparativa entre la nota de acceso y la admisión, donde vemos como entre esta primera (curva roja) y la segunda (curva naranja) la diferencia es de 10 puntos porcentuales de diferencia en el periodo estudiado. Ahora toca ver el porqué.
Dos décadas de reformas educativas
Como es bien sabido, desde su andadura en democracia de este examen, han sido varias las reformas educativas acometidas por los gobiernos de diferente signo; una variabilidad que ha tenido indudables consecuencias, aunque difícilmente mesurables.
El aumento del peso relativo de la nota del expediente de Bachillerato. En el año 2000, el Ministerio de Educación del gobierno de Aznar decidió aumentar del 50 al 60 por ciento el peso de la nota media del expediente de Bachillerato en la nota final en la Selectividad. Con esto, se redujo el peso y por tanto lo que había en juego en el propio examen desde el 50 al 40 por ciento.
La “reforma 10-14” mediante la introducción de la prueba específica, aprobada en 2008 e implementada en 2010 por el gobierno de Zapatero. En esta prueba optativa, cada alumno puede examinarse de un máximo de 4 asignaturas, eligiendo las 2 que mejor puntuación proporcionen para vincularlas a la nota de admisión. La ponderación de cada materia se decide por cada universidad para cada titulación (siendo las ponderaciones 0, 0,1 y 0,2) siempre que la nota de cada una sea mayor de cinco.
De la PAU a la EBAU en 2017, la reversión de las medidas de opcionalidad de la prueba llevada a cabo por el gobierno del Mariano Rajoy. Se eliminó Historia de la Filosofía como optativa, una reducción del número de asignaturas optativas a las que se podía presentar el alumno y su tardía adopción que generó cierta descoordinación y posiblemente una mayor facilidad en Bachillerato para afectar en lo menos posible a los alumnos de dicha promoción (los centros educativos no lo conocieron hasta el 22 de diciembre, en pleno curso).
La situación creada con el confinamiento en 2020 llevó a la introducción de medidas excepcionales por parte del gobierno de Sánchez generaron mejores notas en Bachillerato y dieron otra vuelta de tuerca (que hoy sigue vigente) a la opcionalidad de la Selectividad. Algunas de estas medidas fueron encaminadas en una mayor benevolencia en la dificultad del Bachillerato o la opción de escoger las preguntas de dentro de cada examen, permitiendo descartar algunas de ellas.
Es por ello que en el informe, utilizando microdatos proporcionados por la Sala Segura del Ministerio de Universidades (SIIU) se analiza si estas decisiones políticas han contribuido a una mejora de la competitividad entre los alumnos o a un incremento artificial de las notas como causa del aumento en las notas de corte. A continuación, se expondrá brevemente las contribuciones más destacadas del estudio.
Periodo 2013-2019
Para el primer periodo de estudio, descomponen los diferentes componentes de la nota final para ver cómo han ido en aumento durante este periodo.
Como vemos, la mayor subida la ha experimentado la fase específica. Si ponderamos cada componente con su peso en el valor final de la nota de acceso, la mejora de la fase específica supone una contribución de un 60 % aproximadamente en la subida de las notas finales de acceso.
Debe prestarse especial atención a la subida progresiva de la nota de Bachillerato, especialmente en el año 2017 donde esta es más pronunciada. Una interpretación plausible es que, debido a la reforma educativa, esta subida haya sido una consecuencia artificial y no producto de una mayor competitividad.
Por otro lado, mientras en la fase general si se puede entender como el producto de una mayor competitividad, la fase específica puede ser producto de ambas causas. Por un lado, “la cuarta materia de la fase general pasó a ser ponderada también en la nota de admisión, de forma que la nota de admisión aumentó sustancialmente de manera artificial sin que el alumno se presentase a más pruebas: se trata una decisión ajena al rendimiento del alumnado, que genera un alza de las calificaciones, y por tanto es una subida totalmente inflacionaria.” Por otro lado, “los cambios de 2017 también alteraron la estrategia y aumentaron la competitividad, pues aumentó la proporción de alumnos que pasó de no presentarse a ninguna prueba a hacerlo en al menos una.”
Es interesante observar el siguiente gráfico con las diferencias entre Comunidades Autónomas. Se puede observar como aquellas CCAA con unas notas de admisión más bajas al comienzo del periodo, son aquellas donde más han subido, dándose cierta convergencia entre territorios.
El posterior gráfico muestra como la subida de la nota de Bachillerato se concentra en la parte media-alta de la distribución de notas, la de la prueba general lo hace en la parte alta y la de la prueba específica se concentra en la parte media-baja de la distribución. Esto refuerza la tesis de la competitividad, especialmente en la fase general donde el mayor aumento se da en la parte alta de la distribución (los alumnos con mejores notas), mientras que la tesis de la inflación gana fuerza en la fase específica por el incremento de las notas de los alumnos ubicados en los percentiles más bajos.
Periodo Covid-19
Las medidas adoptadas por la pandemia del Covid han causado una subida más que considerable. Siguiendo el análisis previo, la evolución de las notas ha sido más pronunciada entre el 2019-2020 que en el periodo 2013-2019.
Los autores afirman que “la nota de las materias tanto de la fase general como de la fase específica se incrementó para todas las asignaturas, siendo sustancialmente mayor el incremento en la calificación de Matemáticas II en la fase general y de Física y Dibujo Técnico II en la fase específica.” Esto se observa en el siguiente gráfico donde se descomponen los aumentos en las diferentes asignaturas:
La idea subyacente es que el permitir la opcionalidad dentro del propio examen, eligiendo las preguntas que se quieren realizar, resta dificultad a los mismos. Este efecto es más acusado en las asignaturas que se perciben más difíciles, como es el caso de matemáticas, física o dibujo técnico que son aquellas que experimentan un mayor crecimiento. Gana fuerza así la teoría de la inflación de notas para los efectos de esta reforma.
Conclusión
“La hipótesis de la competición pesa tanto como la hipótesis de la inflación para explicar la subida de las calificaciones. Los datos del SIIU, que permiten analizar los datos sobre la Selectividad de casi un millón y medio de estudiantes que la han realizado entre 2013 y 2020, muestran que la subida de las calificaciones se explica a la vez por la emergencia de un entorno cada vez más competitivo y por una dinámica inflacionaria de las notas fruto de decisiones políticas. Dicho esto, no puede negarse que parte de la subida de notas también se debe a una dinámica inflacionista.” Lucia Cobreros, Lucas Cortazar y Juan Manuel Moreno.
Los autores arrojan una serie de soluciones para mejorar la actual Selectividad entre las que destacan: aumentar la opcionalidad, eliminar las medidas excepcionales durante el COVID, equiparar la Selectividad con carácter estatal eliminando así las diferencias entre CCAA o un pacto entre los grandes partidos para evitar reformas educativas contradictorias y continuas.
A lo largo del artículo, basándonos en este informe, hemos observado como las diferentes reformas educativas han tenido efectos dispares en la subida de las notas de corte. Los cambios en los incentivos y en el formato del examen han influido no solo en el auge de las notas, sino en minar la confianza en un sistema que pide a gritos como mínimo, una revisión. Necesitamos estar mejor preparados, y para ello, una buena Selectividad es fundamental. Por ello, me gustaría acabar con la siguiente cita:
“Un país no es rico porque tenga diamantes o petróleo. Un país es rico porque tiene educación.” Antonio Escohotado.
Un gran artículo, y muy necesario. La inflación de notas en el mundo entero es un hecho. Sin embargo, las notas de los exámenes PISA van cuesta abajo pronunciadamente en el caso de España.
Y lo que nos queda por ver aún.
Muy interesante Ménez, pero qué mala espina da que las notas de acceso a la Universidad y las del informe PISA sigan direcciones opuestas…